(In)adaptación en las redes sociales
Un acercamiento y crítica a las (in)aptitudes en las redes sociales.
Resulta sorprendente la facilidad con la que algunos empresarios y figuras públicas tienden a subestimar el fundamental pilar en el desarrollo de proyectos que son: las redes sociales. Prefieren delegar constantemente la administración de sus redes a personas quienes no están capacitadas en absoluto; o sencillamente ignoran ese ámbito en su agenda del día a día.
¿El resultado? Un rezago comercial y publicitario evidente frente a un mercado lleno de empresas que han decidido tomar la iniciativa de controlar su información social de forma profesional. Se encuentran aislados en un mundo donde los negocios deben socializarse de forma rápida, instantánea y breve; y las relaciones públicas suceden en el destello de una publicación en Twitter. Descuidan todo esto para después preguntarse: “¿Por qué no está funcionando? Dejé que mi sobrino, que sí sabe usar Facebook, manejara mi cuenta ¿Qué salió mal? Sólo tengo que publicar cosas, ¿no?”
Pues lo cierto es que: no. El manejo de redes sociales de forma profesional requiere de personas capacitadas trabajando a un ritmo constante que muchas veces el mismo dueño de la cuenta no puede tener. Imagina una situación hipotética en la que estés en una reunión de negocios a las 3 de la tarde y justo en ese momento, el líder, dueño de empresa o figura pública más influyente en tu medio, publica algo en su red que no puedes atender al instante; y justamente, en esa ocasión, podrías haber opinado o haber comentado al respecto para catapultarte a los reflectores de los temas del momento.
Pudiste haber generado más impactos o incluso atraer la mirada de una persona con la que entablar una conversación de negocios importante. Lamentablemente no estabas ahí y ahora hay otras 10 publicaciones y ese tema se perdió en el éter de las veloces publicaciones de Twitter. Perdiste la oportunidad, porque no estabas disponible; tu sobrino estaba echándose unos tragos en el bar con sus amigos; y el encargado de marketing a quien le delegaste la cuenta de la compañía estaba en horario de descanso u ocupado en otros asuntos.
Una respuesta, un comentario oportuno, una opinión bien fundamentada e incluso una fotografía sencilla con excelente composición pueden ser sumamente importantes para el desarrollo social de una empresa en la redes.
Subestimar el impacto que puede causar algo tan sencillo como 280 caracteres, puede convertirse no sólo en un freno para su desarrollo, sino también en una completa destrucción del negocio o la imagen. Es hora de colocar en la mesa principal de discusión el manejo de contenidos en redes sociales y comenzar a asignar profesionales detrás de tu imagen en LinkedIn, Twitter, Facebook, etc. Los sobrinos ya no son suficientes.